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domingo, 11 de septiembre de 2011

LA CULTIVACION DE SABER ESCUCHAR


Carlos Mora  Vanegas

La primera ventaja que identifica Robertson cuando se sabe escuchar es que eleva la autoestima de la persona que habla. Lo que la gente dice es importante para ella, aunque no lo sea para Ud. Al escucharla con atención, le está expresando que es importante para Ud., que tiene determinado valor lo que está diciendo. Con esto, al mismo tiempo que genera un clima positivo para la comunicación y las relaciones interpersonales, está contribuyendo a que la otra persona lo trate con idéntico respeto y consideración. Honoré de Balzac
Resumen
El saber escuchar involucra varios tópicos que deben prestarse la atención necesaria  para identicarse con ello, aspectos que involucra, tolerancia, paciencia, cultura, ética, respeto entre otros.
 Que interesante es saber escuchar con la  atención que se merece quien nos está haciendo partícipe de algo, ya el hecho de prestarle la atención a sus mensajes, a lo que trata de exponernos, le  estamos respetando su derecho de expresarse, de dejarlo hablar, que exponga sus ideas,  Desafortunadamente, no todos han cultivado esa paciencia,   cultivar esa tolerancia  necesaria que proporciones  la oportunidad la de determinar el alcance, lo que encierra todo lo se nos quiere decir.
 Palabras claves
Atención, respecto, tolerancia, control
Anotaciones básicas, generalidades
La primera ventaja que identifica Robertson cuando se sabe escuchar, es que eleva la autoestima de la persona que habla. Lo que la gente dice es importante para ella, aunque no lo sea para uno. Al escucharla con atención, le está expresando que es importante para uno, que tiene determinado valor lo que está diciendo. Con esto, al mismo tiempo se   genera un clima positivo para la comunicación y las relaciones interpersonales, así como se  está contribuyendo a que la otra persona nos trate con idéntico respeto y consideración.
A propósito de todo ello, se considera usted una persona ¿qué sabe escuchar a la persona que le está haciendo partícipe de algo que le interesa? ¿Tiene la tolerancia, paciencia de saber escuchar? ¿Qué le impide el no hacerlo? ¿Qué lo impacienta? ¿Qué está  haciendo al respecto? Son algunas preguntas, que siempre demandan de repuestas y que de obtenerlas, pueden ayudarnos a entender claramente lo que el saber escuchar  representa, demanda y hasta determinar su relevancia e importancia en nuestro crecimiento personal.
No descuide el  estar atento en sus  conversaciones, interrelaciones a fin de determinar que tanto hemos cultivado el saber escuchar, como nos comportamos, actuamos, justamente  al respecto, de  ello, nos aporta redaccion-digital.com.ar, que para el comunicólogo cubano Alexis Codina Jiménez, el éxito de los más destacados directivos, a nivel empresarial, se basa en sus habilidades y conocimientos, pero también en saber escuchar.
Todos pensamos que hacerlo es importante, pero, ¿cuántos de nosotros lo hacemos bien? Mucha gente centra su atención en lo que va a decir después que termine de hablar la otra persona y esa, no es la mejor comunicación. Independientemente de los estudios que se haya cursado o de la experiencia de cada uno, se debe aprender a escuchar.
Al mostrar interés en la conversación del interlocutor, se tendrá  como ventaja elevar su autoestima, al mismo tiempo de generar un clima positivo para la comunicación y las relaciones interpersonales, de forma que se está contribuyendo a que la otra persona lo trate con idéntico respeto y consideración. 
 Se nos agrega, que además, podremos ampliar nuestro vocabulario indirectamente, haciéndonos personas más valiosas.
Se nos recuerda además, que algunos estudios han demostrado, que los individuos que tienen más éxito, independientemente de su ocupación, son los que cuentan con un vocabulario más amplio.
Codina Jiménez apunta además,  que los adultos con una educación media, poseen un vocabulario de aproximadamente 2 mil palabras y utilizan sólo 400, en el 80% de sus conversaciones, a diferencia de las personas de éxito que emplean cien palabras más en su vocabulario de trabajo.
Lo anterior también colabora en la disposición de más opciones para solucionar problemas, es decir, cuanto más amplio es el vocabulario, mayor es la capacidad del pensamiento para proporcionar mecanismos, con los cuales identificar y resolver las contrariedades. Los medios más efectivos para ampliar el vocabulario y, por tanto, para tener mayor variedad de opciones, son la lectura y la atención que se le presta al que habla.
Por otro lado, quienes saben escuchar con atención aprenden de forma indirecta. Está bien, nadie experimenta en cabeza ajena, pero quien sabe escuchar atentamente, descubre y se beneficia no sólo del estilo de los demás, sino también del contenido de sus mensajes.
Es interesante considerar las valiosas aportaciones que sobre el tema nos aporta además  el estadounidense Brian Robertson, quién  identificó lo que denomina las "10 costumbres no productivas, más practicadas cuando se escucha", y que afectan  directamente la buena comunicación; entre ellas incluye:
1. Falta de interés sobre el tema. (No existen asuntos sin interés, sino personas no interesadas).
2. Fijarse demasiado en el exterior y descuidar el contenido.
3. Interrumpir al que habla.
4. Concentrarse en los detalles y perderse lo principal.
5. Adaptarlo todo a una idea preconcebida (es decir, ausencia de empatía).
6. Mostrar una actitud corporal pasiva.
7. Crear o tolerar las distracciones.
8. Prescindir de escuchar lo que resulta difícil.
9. Permitir que las emociones bloqueen el mensaje.
10. Ensoñaciones. (Pensar en otra cosa, en lugar de concentrarse en lo que se escucha).
Por último, se nos recuerda también, que no se confundir saber oír con saber escuchar, ya que la gran diferencia entre una y otra cosa, es que cuando solo oímos, nos da igual lo que nos cuentan los demás, sin prestar la más mínima atención; por el contrario cuando escuchamos, ponemos atención a lo que nos comunica nuestro interlocutor, porque realmente nos importa saber cómo se siente.
Definitivamente, para poder mejorar nuestra capacidad de escucha, en primer lugar tenemos que reconocer que somos pésimos oyentes, ya que si no asumimos esto, no hay nada que hacer.
Conclusión
Es muy importante cultivar el saber escuchar, darle oportunidad a la persona que le quiere comunicar  algo, que exprese sus ideas, emociones, prestarle la atención que se merece, respetarlo, probablemente en sus mensajes hay aportaciones sumamente valiosas que nos invitan a reflexionar, a considerar su alcance, a entender mejor a las personas y sobre todo a determinar que tanto hemos crecido como personas que tenemos la tolerancia, calma, tranquilidad para dar oportunidad a que se nos hable sin impacientarnos.

Docente de postgrado, Faces. Universidad de Carabobo. Exatec
Anotaciones de cátedra de desarrollo personal y comportamiento organizacional. Aula virtual Área de Postgrado de Faces. Universidad de Carabobo

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