Carlos Mora Vanegas
Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.Proverbio árabe
Cada día que nos toca vivir, se nos da una oportunidad de aprovecharla, puesto no sabemos que nos puede suceder mañana, lamentablemente, no manejamos el tiempo de vida que se nos ha legado, todo depende dirán algunos esotéricos, de la programación que traemos y que ponemos en acción, cuando nos presentamos en esta dimensión, con la forma física que se nos ha legado.
No sabemos a ciencia cierta, ni con exactitud, cuánto tiempo permaneceremos en este plano, pero sí, que en cualquier momento nos tocará dejarlo, todo dependerá de nuestro karma. Del tiempo que se nos ha asignado para permanecer acá, concretamente de la programación que traemos.
Ya habremos tomado conciencia, de que cada día es una oportunidad para disfrutarla intensamente, no desperdiciar su tiempo, porque nadie nos garantiza que puede suceder mañana o el mismo día.
Desde que nos despertamos y no interrelacionamos con nuestro entorno y lo hacemos desempeñadnos nuestros respectivos roles para el momento, debemos saber, aprovechar el tiempo que se nos concede y tratar de aprovecharlo óptimamente, en función de nuestro crecimiento personal y espiritual. No podemos darnos el lujo de desperdiciar ese valioso tiempo, porque no sabemos si tenemos más. Esto es tan cierto, que en lo personal me ha tocado vivirlo. Hubo un día, a comienzos de octubre de 1995 se me dio mi primera advertencia de mi permanencia en el aquí y en el ahora, me sucedió saliendo de casa a comprar un diario, cuando lo hice y estaba dispuesto a montarme al carro para retornar al hogar, no supe más de mi, cuando desperté, estaba en una clínica al frente de un médico y varios profesores que me comunicaron que no sabían lo que me había pasado, estaban investigando, simplemente una profesora me vio tendido en el suelo, reconoció mi auto, me recogió y me llevó a una clínica en donde estaban estudiando la causa de lo que me pudo haber pasado, sucedido, por ello permanecí tres días internado.
Después de habérseme dado de alta. Me dejaron libre y me fui a casa en donde pasé las navidades. Sin embargo, un 6 de Enero de 1995, me sucedió otro hecho, más trascendental, como fue, que después de que me tome un baño y me senté a desayunar, nunca más supe de mí, sino a los 9 día de haber ingresado a una clínica particular en donde se me operó de craneotomía, entre sin signos vitales y permanecí 9 días en coma.
Cuando desperté estaban tres doctores al frente quienes uno de ellos me dio tranquilo vienes de una operación al cerebro, tuviste 9 días en coma, al lado mí estaban mis familiares.
Ese hecho ha sido muy representativo en mi percepción de vida, además, por todas las cosas que experimenté, lo cierto, que a partir de ese suceso, mi percepción sobre la oportunidad de vida ha cambiado y me he identificado plenamente con lo importante que es saber vivir intensamente el aquí y el ahora, el presente intensamente, porque no sé que me depara el mañana.
No nos sorprende por tanto, que benitezybenitez.com comente, que todos sabemos que vamos a morir, esto es tan natural como la propia existencia del ser humano. Pero no nos animamos a enfrentar esa situación que en algún momento llegará
Por más crudo que se oiga, todos pasaremos a mejor vida en algún momento. Lo importante es parar un poco y reflexionar por un instante: “ese día puede ser en cualquier momento”. Cada instante y cada momento debe ser disfrutado y vivido conforme a las responsabilidades que nos toca en nuestra sociedad.
Para comprender el alcance lo que representa el ahora y el futuro, webislam.com no proporciona el símbolo de la espada como metáfora del tiempo, ésta nos facilitará la comprensión del misterio de la vivencia del presente y de cómo el pasado puede condicionar nuestro presente y futuro.
El filo de la espada simboliza el presente, uno de los lados, el pasado y el otro lado, el futuro. Los tres tiempos cronológicos están contenidos en la espada. Tanto el pasado como el futuro están bien determinados en la hoja de la espada, pero, ¿dónde acaba el lado del sable para dar comienzo al filo sin que se llegue al otro lado? ¿Dónde está el límite del pasado y donde comienza el futuro? En realidad, ni el pasado ni el futuro están sucediendo en el presente, porque no son el presente, lo único real es el instante del ahora; como lo único que corta de la espada es el filo. El pasado lo fue y el futuro aún no está aconteciendo; por tanto, el pasado y el futuro no están existiendo.
Nuestra vida es un interespacio entre el primero y el último hálito; una vida que se va formando de continuos presentes, haciéndose en cada instante. Se dice que el sufí es el hijo del instante. La vida es el instante, pues aunque recordemos el pasado o planeemos el futuro, esa acción de recordar y de planificar no se está haciendo en el momento actual. Es en el presente donde tenemos la posibilidad de cambiar nuestra existencia, nuestro carácter, nuestra personalidad, nuestros hábitos; en definitiva, de vivir. Si soy consciente de mi respiración, sintiendo el aire cuando entra y cuando sale, y de lo que acontece en cada instante, entonces seré más consciente del Aquí y el Ahora, permitiéndome retornar a mí mismo, a mi mismidad; tan sólo necesito fuerza de voluntad para hacerlo.
Definitivamente. Cada minuto del presente que se nos permite estar debemos aprovecharlo intensamente, porque no sabemos cuál es nuestro futuro, sino lo que estamos viviendo. Por tanto no se debe desperdiciar.
carmorvane@gmail.com