http://www.youtube.com/watch?v=5KSbyM1GRO8

martes, 19 de abril de 2011

EL VACIO EXISTENCIAL Y SU ALCANCE

Carlos Mora Vanegas
Introducción
Probablemente en algunos momentos de nuestra vida  habremos experimentado el vacío existencial, determinado su alcance y todas esas repercusiones que de él se pueden generar y que nos alertan  sobre la importancia de estar atentos cuando se nos presenta.
Afortunadamente, hay muchas páginas, reflexiones, aportaciones que se ha escrito sobre lo que involucra, muchas de ellas muy interesantes en su contenido, invitándonos en adentrarnos a determinar lo que involucra  a no descuidarnos, para no vernos afectados en saber utilizar la oportunidad de vida que se nos ha dado. Encontrarle sentido a esta.
Algunas veces comenta Jorge Luí Muñoz, que el vacío existencial deviene cuando el sistema es incapaz de provocar secreciones adecuadas que activen mente y cuerpo y cuando el  individuo es incompetente para autoestimularse. En ese momento los organismos   entran en fase de elemental reproducción biótica, son meros cuerpos bovinos,  máquinas funcionando al ritmo que el capital impone. Por ello el sistema aprieta sin ahogar, golpea sin matar (pese a que de cuando en cuando se le pase la mano), apapacha sin desactivar en un juego de premios y castigos que  nos mantiene es un estado "neutro" segregando los neurotransmisores apenas necesarios para activarnos; dándonos mantenimiento mediante periodos vacacionales, videogames e Internet: aprisionándonos en nuestro propio  cuerpo, convertido éste en una cárcel miserable, apenas remozada con aerobics,  emplastos, drogas, perfumes y "garritas"
Generalidades, consideraciones
Nos recuerda y señala  Carlos Castro, que se puede considerar el origen del vacío existencial en la medida en que el individuo encuentre limitado su 'voluntad de sentido' (Frankl) o búsqueda natural de una razón de ser de su vida y de las cosas que ocurren. La realización existencial ocurre en la medida en que cada uno trascendemos nuestra situación y condición hacia un objetivo externo a nosotros mismo (el trabajo, la pareja, Dios, estudios, hobbies, etc.) En definitiva, experiencias y acciones en nuestra vida que nos permitan salir de uno mismo en pro de un objetivo  
 Se nos indica además, que  consideremos lo que comenta  Tony Anatrella, que uno de los problemas de la sociedad actual, denominada por él una 'sociedad depresiva', se encuentra en la constante búsqueda de satisfacer el 'ego'. La presencia del individualismo y el narcisismo como formas de conductas se han generalizado en la sociedad donde predominan acciones egoístas que limitan la capacidad de trascendencia personal e inhiben la consolidación de un óptimo sentido de vida.
 Nos agrega además Castro, que la reflexión sobre el sentido de la vida y el vacío existencial gira en torno sobre la concepción del absurdo de la vida. Según Albert Camus: "la vida no tiene sentido y no vale la pena vivirla, Esta certeza del absurdo de la vida conlleva a la reflexión de la vida misma en términos de que cada uno de nosotros es responsable y él único capaz de dotarla de sentido. Tal como diría Sartre: "la vida, a priori, no tiene sentido. Antes que ustedes vivan, la vida no es nada; les corresponde a ustedes darle un sentido"
También se nos indica, que el origen del vacío existencial remite a una desvinculación del individuo del medio social, tal como el mismo Durkheim comentó: "[cuando el individuo] se individualiza más allá de cierto punto, si se separa demasiado radicalmente de los demás seres, hombres o cosas, se encuentra incomunicada con las fuentes mismas de las que normalmente debería alimentarse, ya no tiene nada a que poder aplicarse. Al hacer el vacío a su alrededor, ha hecho el vacío dentro de sí misma y no le queda nada más para reflexionar más que su propia miseria. Ya no tiene como objeto de meditación otra cosa que la nada que está en ella y la tristeza que es su consecuencia "Una vida sin sentido implica una vida sin arraigo social”.
Concretamente expone al respecto, Manuela Gómez Del Río, que cualquiera que haya experimentado aunque sea un instante en su vida la sensación de vacío interior, sabe de qué se trata. Es un ansia dolorosa y punzante, lo toma todo y parece que nunca va a pasar. La persona se siente a la deriva. El vacío provoca vértigo, mareos, falta de aire, temblor de piernas, miedo. Es fácil describirlo con palabras, pero éstas no alcanzan para que quien no lo experimentó se haga de una idea acerca de qué se trata.
Puede durar un rato o un período más largo en el que siente que el alma zozobra. Es una sensación bastante frecuente, y muchas personas la experimentan sobre todo en etapas de cambio profundo, esos momentos en que la vida va a transformarse para siempre y nunca más volverá a ser como era antes.
 ¿Qué es en sí el vacío existencial? Sobre ello  nos aporta Marco Eduardo Murueta Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología (Amapsi), que:  “el vacío existencial es la sensación de falta de sentido de la vida, de tedio, de no saber para qué se vive, y que lleva al aislamiento y enrarecimiento de la relación con la familia y la sociedad”. Un concepto similar fue creado por el filósofo alemán Martin Heidegger (1889-1976), quien habló del “anonadamiento” para describir que una persona ‘siente la nada’ y percibe la “inhospitabilidad del mundo”.
El vacío de la existencia, asegura el especialista en psicología y filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se relaciona con crisis emocionales desencadenadas por sufrir frustraciones de manera continua, incapacidad para concretar propósitos individuales y realización de actividades rutinarias que dejan poco espacio a la creatividad, pero se debe sobre todo a la falta de afecto y de relaciones sociales enriquecedoras.
 Por otra porte, Liliana A.Villagra señala, que el  vacío existencial no es una enfermedad en sí, sino que es el hombre todo el que es vacío en acto, con su existencia conmovida en plenitud; no es una afección de una parte del hombre sino que se trata de una totalidad perturbada: es el hombre total que experimenta una deficiencia vincular con los otros y consigo mismo. Por eso la necesidad de una Fenomenología que apunte a la analítica de la existencia para lograr la comprensión del ser; buscamos descubrir la esencia, buscamos descubrir el ser del existente como tal, descubrir el Dasein tal como lo enunció Heidegger.
El Dasein consiste en ser-en-el-mundo. No es un atributo sino que es su constitución esencial. Es un ser que expresa mismidad en tanto puede reflexionar sobre sí mismo y opera en un rebasamiento hacia el mundo. La trascendencia se define entonces como una estructura inherente a toda realidad, es decir, implica un formar parte de las demás presencias. El ser se da a conocer en el mundo; el mundo es aquello desde lo cual me es concedido ser. En el mundo se corporaliza y temporaliza la mismidad. Entonces, el hombre se revela desde el mundo.
Ser-en-el-mundo no comprende una relación entre dos polos: el ser humano no puede ser sino en cuanto trasciende y proyecta un mundo de posibilidades, que a su vez lo definen a él. Esas posibilidades le implican responsabilidades para hacerse cargo de las elecciones a las que arriba gracias a la libertad de optar. Pero cuando este Dasein rehuye el esfuerzo y desprecia el sentido; cuando no toma la posibilidad de su existencia experimenta el genuino desamparo del vacío existencial.
Por último, en esta oportunidad, tengamos además presente, lo que señala  Carlos Castro, que la reflexión sobre la vida y su razón de ser desde un punto de vista existencial puede ser comprendida a teniendo presente las palabras de Albert Camus, según las cuales: "la vida no tiene sentido y no vale la pena vivirla". Esta certeza ante el absurdo de la vida conlleva a la reflexión de la vida misma puesta en términos de que cada uno de nosotros es responsable y él único capaz de dotarla de sentido. En tal sentido, tal como diría Sartre: "la vida, a priori, no tiene sentido. Antes que ustedes vivan, la vida no es nada; les corresponde a ustedes darle un sentido".
No olvidemos, una vez más,  que la concepción del ser humano como un ser-en-el-mundo (Dasein) propuesta por Heidegeer pone en evidencia la condición del hombre como un ser que vive en el mundo (tanto natural como social) y que se enfrenta al día a día en un proceso de realización hacia la muerte. La certeza de la finitud del hombre apunta a la búsqueda de una vida plena de sentido y abocada a la trascendencia del mismo. En tal sentido, Octavio Paz opina que una vida plena de sentido no es posible sin una muerte con el sentido, ya que como el mismo señala: "la vida sólo se justifica y trasciende cuando se realiza en la muerte [porque en definitiva] ¿qué me importa la muerte si no me importa la vida?"

No hay comentarios:

Publicar un comentario