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viernes, 22 de abril de 2011

PORTUGAL Y SU CRISIS ECONOMICA

Carlos Mora Vanegas
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.”Albert Einstein
La crisis económica se ha sentido significativamente en algunos países como Portugal, España y aun Italia, pero especialmente en Portugal quien se ha visto en necesidad de solicitar ayuda a la Unión Europea para salir adelante.
periodistas-es.org comentó,  que el brutal estrangulamiento a la economía portuguesa por parte de los mercados internacionales de capitales se tradujo en lo que se esperaba: un durísimo rescate financiero que está colocando al país de rodillas
 Lo cierto, que la economía portuguesa ha crecido a un ritmo de menos del 1% anual en los últimos diez años. Se pronostica que el producto doméstico bruto de este año se reducirá en un 3.5%, reflejando la recesión más grave que vive el país desde 1975, cuando hubo un golpe militar que restauró la democracia.
El Instituto Nacional de Estadísticas dice que en el primer cuarto de este año 326,000 personas, en una fuerza laboral de 5.5 millones, tenía dos trabajos. Y una tercera parte de los que tienen empleo recibe menos de 600 euros una vez descontados los impuestos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico afirma que los sueldos promedio de Portugal son la mitad que los de países como Gran Bretaña o Alemania, cuyo poder adquisitivo per cápita fue el año pasado un 118% y un 115% del promedio europeo, respectivamente
 Nos comenta al respecto elsiglodetorreom.com.mx  que La crisis financiera global golpea con fuerza a Portugal, donde cuesta salir adelante incluso si uno tiene trabajo. En el país más pobre de Europa Occidental, la gente tiene dos empleos, busca trabajo en el exterior, acepta alimentos donados o planta vegetales en cualquier pequeña parcela de tierra.
A diferencia de otros países como España y Grecia, lo único que ofrece Portugal es mano de obra barata y no ha capacitado a su fuerza laboral ni ha buscado sobresalir en ningún área tecnológica. Por ello, el poder adquisitivo per cápita según el Producto Bruto Interno fue un 75.5% del promedio del de la Unión Europea, casi el mismo que hace diez años.
España y Grecia, que al igual que Portugal se incorporaron a la Unión Europea en la década de 1980, le sacaron dividendos a estrategias de desarrollo más ambiciosas y están a la altura de los demás en cuanto a riqueza.
Algunos de los salarios que figuraban en el centro nacional de empleos recientemente eran de 450 euros (630 dólares) para un plomero, 700 euros (990 dólares) para un dentista y 600 euros (850 dólares) para un programador de computadoras. Esos salarios son similares a los que se pagan en los países de Europa Oriental que acaban de ser admitidos en la Unión Europea, que tienen una fuerza laboral más educada, con mejores perspectivas económicas.
Nos agrega la fuente de información, que la tasa de desempleo del 9,3% sería bastante más alta de no ser por los empleos con sueldos de miseria que permiten decir,  que una persona tiene trabajo. Por lo menos Portugal no corre la suerte de su vecino España, donde los sueldos son un 50% más altos pero la tasa de desempleo superó el 17%.
Ante este panorama, cunde el desencanto. Una encuesta de Eurobarometer determinó que los portugueses son los ciudadanos más pesimistas de la UE y apenas el 15% avizora una mejoría en su nivel de vida en los próximos 12 meses. La desesperanza impulsa una nueva ola de emigraciones.
En las décadas del 60 y el 70, cuando gobernaba un dictador y cundía la pobreza, más de un millón de personas se fue del país. Emigraron a naciones europeas más ricas, como Francia, en busca de mejores salarios.
Ante esta realidad señala eluniversal.com La Unión Económica, se blinda  ante la crisis que afronta Portugal. Entre las medidas aprobadas figuran, según confirmaron fuentes diplomáticas, la creación de un fondo permanente para rescatar a países al borde de la suspensión de pagos, así como una leve reforma del Tratado de Lisboa, para encajar legalmente ese instrumento
 Se dice que, Europa -y en especial Alemania, el principal contribuyente neto a las arcas de la UE-, no quiere más sobresaltos. Grecia fue el primero de los "incendios" a apagar, como calificó la emergencia en torno a la deuda helena el comisario de Economía del bloque, Olli Rehn. Para evitar la bancarrota de sus finanzas, la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pusieron sobre la mesa 110.000 millones de euros.
En el caso irlandés, el crédito (de 85.000 millones de euros) procedió ya del fondo de rescate, con una dotación total de 750.000 millones. Pero ahora todos los ojos miran con preocupación a Lisboa.
"He venido aquí para defender a Portugal, para defender al euro", subrayaba José Sócrates, el primer ministro socialista portugués que dimitió tras perder el pasado miércoles una decisiva votación en el Parlamento luso sobre su último paquete de ajustes.
Éste preveía recortar el déficit presupuestario al 4,6 por ciento del PIB este año respecto al 7,3 de 2010, en un intento desesperado por convencer a los mercados, a las agencias de rating, y evitar un rescate.
La canciller alemana, Angela Merkel, dejó claro el mensaje de austeridad. "Gobierne quien gobierne", ante la posibilidad de nuevas elecciones en el país, es "fundamental no solo para Portugal sino para la UE" que Lisboa cumpla con los ajustes.
¿Cuánto costará el eventual rescate? El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, consideró que la cantidad de 75.000 millones de euros (105.000 millones de dólares) sería una cifra "apropiada", si bien dejó claro que se trata de una cifra teórica y no una situación en marcha.
Y es que todos los indicadores de la salud económica lusa están en rojo. Este miércoles los bonos portugueses a 10 años alcanzaban una cota de hasta un 7,63 por ciento, mientras que los títulos a 5 años llegaron a 8,19 por ciento. Según los expertos, un nivel por encima del 7 por ciento es inviable.
Definitivamente ante esta realidad, considérese, que El FMI está preocupado con el producto interno bruto (PIB) potencial portugués y desea establecer algún margen para el crecimiento, mientras la UE quiere limpiar el déficit y la deuda a como dé lugar, exigiendo tasas de interés más altas que su circunstancial partenaire para financiar el rescate.
Con esta política de reducir las tasas que se pretende imponer a Portugal, expertos locales entienden que el FMI desea evitar o al menos aminorar la recesión anunciada, con inversiones en las empresas que podrían disminuir el desempleo.
El ex presidente socialista portugués Mario Soares (1985-1995) calificó de más "sensata" la voz del FMI, y precisó a IPS que esto "se explica porque 24 de los 27 gobiernos de la UE son hoy ultraconservadores, completamente indiferentes a los valores del proyecto europeo
En definitiva, comenta periodistas-es.org, el horizonte anuncia tiempos de extrema dureza y sin garantías de que en poco tiempo los portugueses sentirán algún alivio: "Portugal es ahora un protectorado de la UE y del FMI", sentenció el economista y periodista Nicolau Santos, subdirector del semanario Expresso de Lisboa, al comentar las negociaciones,
Como lo demuestran otros casos, el rescate para evitar el colapso no significa necesariamente una solución. La sombra de Grecia e Irlanda hacen aumentar el escepticismo. Casi un año después del comienzo de la ayuda externa, la economía helénica está en recesión y el desempleo sigue creciendo, mientras Irlanda sufrió una contracción de uno por ciento del PIB.
En el actual contexto, en especial en un país con economía modesta y fragilizada, se sigue con estricta observancia la ruta trazada por la UE, conducente a una política de tierra quemada en el ámbito social y de aplicar la ley del más fuerte en lo económico y financiero.

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