Carlos Mora Vanegas
Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula. John Kenneth Galbraith
Molesta, altera, cuando nos damos cuenta que nos han manipulado, que se han burlado de nosotros, que nos han utilizado aprovechándose de la confianza que le damos a las personas, Cuando eso sucede y nos damos cuenta, si no nos controlamos nos molestamos, nos enojamos y muchas veces si no nos sabemos controlar se puede dar paso a situaciones conflictivas, hasta puede afectarnos psíquica y físicamente.
Nos aporta al respecto, Moisés Gallardo, que ¿Cómo o cuando nos damos cuenta de que hemos sido manipulados por otros?
Sobre ello responde, que una de las formas en las que nos damos cuenta desgraciadamente suele ser posterior a los hechos. Suele ser cuando al tiempo de la situación nos decimos a nosotros mismos: “tengo la sensación de que me han tomado el pelo y no he sabido en ese momento cómo reaccionar”.
La mayoría de las veces lo que nos queda es la mala e irritable sensación de que nos han tomado el pelo y hemos sido manipulados y además la tardía reacción en consonancia: “si lo tuviera ahora mismo aquí delante le diría…si lo tuviera ahora mismo aquí delante no dejaría… si lo tuviera ahora mismo aquí delante actuaría…
Por lo tanto lo importante resulta ser capaz de reaccionar en el momento y que después no nos quede la sensación humillante de no saber responder a tiempo.
Cuando alguien trata de hacernos cambiar o trata de manipular nuestra respuesta, tenemos todo el derecho del mundo a no dar razones sobre nuestro comportamiento, no tenemos por qué justificarnos. Como somos y actuamos como jueces de nuestras propias acciones, no tenemos por qué darle explicación al resto.
Por su parte, psicología-online,com nos aporta, que para que haya manipulación es necesaria una relación asimétrica entre, al menos, dos personas. Es asimétrica porque una predominantemente da, y la otra predominantemente recibe, uno gana y el otro pierde. Aunque el manipulador puede ser siempre el mismo, no es infrecuente que el proceso sea cíclico, de tal forma que los papeles se alternen entre los dos integrantes de la relación.
Las tácticas que se emplean son asombrosamente simples, tanto que se pueden resumir en sólo tres estrategias generales: Amenazar, criticar o inhibirse. También son muy eficaces. El miedo, la culpa o la vergüenza que generan son capaces de movilizar a prácticamente todos los seres humanos en la dirección requerida por el manipulador, bien directamente, o bien como protesta ante su acción.
Suele ser difícil darse cuenta de que uno está siendo sometido a manipulación. Puede notar que se siente culpable, que está haciendo lo que la otra persona quiere por miedo, tener extrañas molestias físicas o incluso ataques de pánico... pero tal vez no descubra que están relacionados con que está renunciando a sus valores, principios y objetivos para satisfacer los de otra persona de su entorno
Nos agrega la fuente de información citada, que un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Vergüenza? ¿Aprensión? ¿Inseguridad? ¿Repulsión? ¿Pensar que eres un imbécil o un inútil? ¿Intenso afecto inmotivado? Una relación normal no debe producirte emociones negativas, todo lo más neutras, y sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer son sospechosos.
También puedes analizar lo que haces. ¿Es eso lo que querrías hacer en ese momento? Si te pagan por ello, tienes una justificación. Pero este no suele ser el caso en los manipuladores, ya que si estuviesen dispuestos a gastarse el dinero que cuestan tus servicios no necesitaría aprovecharse de uno. ¿Es eso contrario a tus valores, principios, expectativas? Nadie hace algo contra sí mismo si no está muy presionado por el ambiente. Si es así, ¿a quién beneficia? Ese es el manipulador. Ese, o quien mueve sus hilos en la sombra.
Uno debe estar atento en las relaciones con las personas a como estos actúan, se comportan cuáles es su interés en acercarnos a nosotros, determinar con hechos si realmente sus actuaciones son sinceras o simplemente se aprovechan de nosotros y dan paso a que la manipulación aflore en pro de sus beneficios.
Wikipedia por su parte, nos alerta ante lo relevante significativo que es la manipulación mental y al respecto nos comenta, que La manipulación mental se apoya de manera recurrente en diversos registros:
- El registro emocional ; el miedo, la angustia, la vergüenza, el pudor, la timidez, la esperanza, la necesidad de reconocimiento y de justicia, la confianza, el lazo familiar, la amistad, la necesidad de amor, el deseo, la conciencia profesional... son sentimientos que pueden ser explotados por el manipulador.
- La explotación del sesgo cognitivo por informaciones falsas, las simplificaciones o jerga retórica y los sofismos o las órdenes paradojales.
- Presiones físicas o psíquicas, repetidas o continuas, individuales o en una dinámica de grupo que el manipulador busca controlar.
- El mantenimiento de roles de tipo chivo expiatorio, donde un grupo se convierte en "perseguidor" de una víctima que el manipulador mantiene aislada con el apoyo más o menos inconsciente o consciente del grupo.
- El registro de la dominación que se desarrolla en el miedo y los principios de « recompensa », « castigo » y de sumisión.
Una mala autoestima, el sentimiento de culpa o de inferioridad vuelven a los individuos en mucho más vulnerables a la manipulación, así como otros factores o contextos tales como:
- La depresión, que puede ella misma resultar de la manipulación mental.
- Un schock traumático y las situaciones de pérdida de referencias (pérdida de padres, muerte de uno o varios próximos, ruptura, divorcio, pérdida del empleo, exilio, atentado, violación, prisión, situación de guerra, enfermedad, acusaciones graves e injustas, incitaciones a la violencia, etc.).
- Un trauma reprimido que haya tenido lugar en la infancia (teoría Freudiana / Jungiana) .
- Una esquizofrenia o esquizoidea del individuo.
- Ciertas sustancias químicas, drogas, medicamentos o toxinas, incluyendo el alcohol, que atenúan la lucidez y parecen poder volver a los individuos más vulnerables a la manipulación mental, al menos provisoriamente.
- La edad: los niños y los jóvenes son reputadamente más influenciables y, por tanto, potencialmente manipulables, pero las personas mayores (especialmente las dependientes) también pueden ser sensibles a los argumentos fundamentados en el miedo, la dependencia, la muerte, etc.
- La devoción : alguna afición o fanatismo especial de los individuos que los mantenga sumisos a la voluntad de un manipulador que aparenta conocer mucho o ser un erudito del tema de devoción
Desde luego, también es importante tomar muy en cuenta, el otro rol, como es cuando hacemos uso de la manipulación, debemos determinar el por qué de ello, lo que ello nos origina, se deriva, como nos afecta en nuestra conducta, personalidad, valores. Si lo hemos hecho, sabemos lo que nos ha originado, sus consecuencias. Se nos recuerda, que la manipulación mental podría ser una forma particular de egoísmo. A menudo, el manipulador demande de los demás un comportamiento socialmente aceptable, sin adecuarse ellos mismos. Se apropia de las ideas de otro, intentando inversamente hacer tomar por otro sus propias responsabilidades. Los argumentos de un manipulador nos indica Wikipedia, parecen siempre, a primera vista, lógicos y morales. Habitualmente, utiliza pretextos tales como que la norma, el « buen comportamiento » que se debe tener en la sociedad o el grupo, sabiendo utilizar los puntos débiles de los otros, haciendo por ejemplo que se sientan ridículos, culpables o heridos en su pudor, lo cual los ubica o mantiene en una situación mental favorable a la manipulación.
Conclusión
Evite ser manipulado y desde luego manipular a las personas, tómese en cuenta lo que alguien ha expresado que el primer quehacer del hombre que desee vivir libremente es inmunizarse contra todo género de ilusionismo mental o manipulación que intente envolverlo en la maraña del desconcierto espiritual
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