“EL DIRECTIVO DEL FUTURO”

Carlos Mora Vanegas

“La productividad no se aumenta con más capital o más tecnología, sino trabajando más inteligentemente, es decir, sin trabajar de forma más dura ni durante más horas” Peter Drucker.

RESUMEN

Cada vez es necesaria una  nueva renovación, reestructuración, capacitación, formación  del licenciado en Administración en las universidades nacionales, especialmente de las Escuelas de Administración a fin de enfrentar los grandes retos que demandan los actuales escenarios, los nuevos paradigmas. Se requieren de profesionales altamente calificados, avalados por con conocimientos administrativos propios del presente, que los motiven  y exijan a ser estrategas,   innovadores, creativos, verdaderos líderes empresariales, capaces de generar las transformaciones requeridas para colaborar con el desarrollo empresarial del país.

No se puede ignorar, como nos señala Ghoshal y Barlett (The Individualized Corportation A Fundamentally New Aprroach to Management, Harper Business Publishers , Nueva York, 1997): Hoy en día, se está llevando a cabo la revolución empresarial más amplia desde que en los años veinte, se sentaron los fundamentos de la gestión moderna. La mayoría de las compañías han decidido abandonar políticas y prácticas profundamente arraigadas pero infructuosas para empezar hacerse la pregunta esencia ¿Y ahora qué?..

Justamente es cuando se demanda los conocimientos y un estilo gerencial más visionario, comprometido de la nueva gerencia.

Generalidades, consideraciones

La dinámica de los escenarios económicos del presente, se caracterizan por ser muy competitivos, amenazadores, pero con grandes oportunidades. Especialmente,  si la gerencia los sabe interpretar, enfrentarlos  con los nuevos conocimientos de la administración, con las características de una sociedad llena de conocimiento, en donde la información se debe saber manejar,  la informática no puede ser descuidada. De ahí, nuestro compromiso como docente de proporcionar los conocimientos que actualmente se requieren y aquellos que se han experimentado a través del ejercicio profesional como actores en la dirección de alguna organización.

Peter Drucker , nos ha legado al respecto, grandes aportaciones y nos recuerda, que el directivo del futuro deberá adaptarse a un entorno empresarial en continua transformación. Los jefes perderán importancia a favor de los equipos. Las estructuras serán menos jerárquicas. Los trabajadores del saber, en suma, serán los verdaderos protagonistas de esta era.

Cuando se está hablando de Management, comentaba  Drucker,  nos referimos a directivos,  a emprendedores que crecen gracias a la creatividad , que no son profesionales puros de la gestión. Tampoco de empresarios en el sentido patronal que, en el mejor de los casos, son sencillamente unos buenos administradores de los recursos. Cuando hablamos de Management nos referimos a los directivos profesionales que han volcado sus capacidades y habilidades en la gestión. Que hacen un esfuerzo continuado para actualizar sus conocimientos y experiencias. Que se sienten inquietos cuando analizan el entorno que rodea a su empresa, y que aplican la objetividad de la ciencia y la sutileza del arte en la dirección de empresas.

Justamente, el gran reto del management del futuro, se basa en los cambios que experimentará la dirección con la transformación de las organizaciones tradicionales de mando y control de las organizaciones de información.

El Directivo del futuro desde mi punto de vista,  debe revestirse además, de una sólida base  de su gestión humana, un autoconocimiento cierto de sus debilidades y fortalezas, una alta autoestima,  buena asertividad, así, como contar con  el logro  rasgos espirituales bien definidos. No puede tampoco,  ignorar los avances de la ciencia administrativa, la necesidad del  saber, el  de incrementar sus conocimientos, de ser un profesional integral y contar con una gran cultura; además de un  verdadero agente de cambio, capaz de interpretar su escenario, aportar todos esos conocimientos que se requieren, de ser un gran aval para la gestión de su organización. Estar claramente convencido, de que el futuro no se puede conocer. Lo único cierto del futuro es que será diferente, y no una continuación de hoy. Sólo se puede moldear mediante una actividad intencionada. Por ejemplo, con el poder y los resultados de una idea innovadora.

El buen directivo debe considerar como señala Drucker, que una idea prometedora tiene que tener una serie de características que no debe ignorar, como: *Ser una idea empresarial, con  potencial y capacidad para producir riqueza, expresada en un negocio que esté en marcha, y que sea productivo y eficaz. *Tener validez económica y tener capacidad para producir resultados empresariales. *Debe pasar la prueba del compromiso personal.  Contesta ¿Realmente se cree en esta idea?. * Debe ser insegura. Es decir,  nadie puede prever cómo será si se hace realidad. La idea segura y sin riesgo es la que fracasará..

El buen ejecutivo, debe reconocer cuatro campos de oportunidad a saber: acontecimientos inesperados, incongruencias, necesidades de un procedimiento y cambios sectoriales y de mercado; así como fuera de la empresa, en su entorno social e intelectual, existen otras tres fuentes de oportunidad: *Cambios demográficos, es decir las necesidades y expectativas de las nuevas generaciones, que constituyen una fuente de innovación. *Cambios de percepción. No olvide los cambios de actitud pueden definirse, comprobarse y explotarse como oportunidades. *Nuevos conocimientos. Los avances científicos, tecnológicos o sociales, ofrecen grandes oportunidades. . En la innovación. Como cualquier otro empeño, hay talento, inventiva y saber. Pero lo que la innovación exige es trabajo duro, concentrado y con sentido. Si falla el esfuerzo, la dedicación y la entrega, el talento, la inventiva y el saber no sirven de nada.

El buen directivo deberá saber enfrentar la productividad, al respecto cabe la pregunta ¿Cómo lograr entonces que los trabajadores del saber lo alcancen?. Dice Drucker sobre ello,  que este reto decidirá en última instancia la actuación competitiva de las compañías.

Lo cierto, que la manera más efectiva de aumentar la productividad no es mediante la inversión de capital o el aumento de la tecnología sino trabajando de forma más inteligente, sin trabajar más duramente ni durante más horas. . Hay que empezar por hacerse estas preguntas: ¿Cuál es la tarea?, ¿Qué se está tratando de lograr? Y ¿Por qué hemos de hacerlo?. Después, para aumentar la productividad, nos debemos concentrar en las siguientes actuaciones: *Valorar el conocimiento que tienen los trabajadores de su trabajo. *Un aprendizaje continuo. *Convertir la empresa en una institución de enseñanza. . No lo descuide.

Docente de postgrado, Area de Postgradode faces, Universidad de Carabobo

Exatec.    

*Anotaciones de la cátedra de Comportamiento Organizacional , Programa especialidad Gerencia de la Calidad y Productividad , Area de Postgrado de Faces, Universidad de Carabobo.Aula virtual