Carlos Mora Vanegas
“La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio”.Fernando Sánchez Dragó
Introducción
Quizás algunas veces hemos sido prepotentes en algunas acciones, comportamiento en que actuamos y habremos descubierto lo que ello encierra, sobre todo, cuando no se ha considerado su verdadero alcance y repercusiones que se derivan.
Muchas veces habremos juzgado negativamente a muchas personas cuando manifiestan su prepotencia, su forma de querer hacerse oír, ser respetado o que quieren demostrar algo haciéndolo con mucha prepotencia que no podemos aceptar,
Lo cierto, que es un tema muy interesante para quienes se han identificado en pro de su crecimiento personal, ser aceptado en sus interrelaciones humanas y jamás generar conflictos.
Anotaciones básicas, consideraciones
Al respecto del tema nos aporta larondadelvigilante.com, que las personas prepotentes suelen aparentar ser muy seguras de sí mismas, pero en realidad es mentira, son inseguras, nada sinceras, se creen superiores respecto a los demás y tienen facilidad para darle la vuelta a las situaciones para tener siempre razón. Sin embargo, al mismo tiempo, son capaces de hacer, decir o manipular, con tal de hacerse notar y valer, para que el resto del mundo vea que son mejores que los demás y que tienen razón, aunque muchas veces no la tengan.
Este tipo de personas no saben aceptar un NO por respuesta ante ninguna situación, aunque parezca que la puedan asimilar, realmente casi nunca la aceptan, ni tampoco que el resto de la gente no piense, ni sea como ellos.
Nuestra vida se rige por muchos valores, uno de ellos y de echo muy importante, es el poder de decisión, para elegir nuestras preferencias y elecciones, pero para estas personas este poder de decisión no existe, sólo existen sus propias decisiones e ideales y quieren que el resto de la gente sea igual
Pero llegará el momento, en el que chocarán con alguien que les plantará cara y les dirá que no van por el buen camino, que se están engañando a sí mismas, que aunque la realidad no les guste no pueden cambiarla basándose en mentiras ni manipulaciones, que todo el mundo no puede ser ni pensar igual, que cada uno puede opinar libremente lo que quiera, sea o no de gusto para el resto de la gente.
Si todos pensáramos igual e hiciéramos lo mismo seríamos clones y considero que en esta vida una gran cualidad, es poder ser uno mismo, aunque eso signifique opinar y ser diferente de los demás, pero eso sí, con una forma de pensar racional, comprensible y sobre todo respetuosa hacia los demás, sin tener que discriminar ni criticar la opinión de otras personas porque no piensen ni crean lo mismo.
Este tipo de personas no saben aceptar un NO por respuesta ante ninguna situación, aunque parezca que la puedan asimilar, realmente casi nunca la aceptan, ni tampoco que el resto de la gente no piense, ni sea como ellos.
Nuestra vida se rige por muchos valores, uno de ellos y de echo muy importante, es el poder de decisión, para elegir nuestras preferencias y elecciones, pero para estas personas este poder de decisión no existe, sólo existen sus propias decisiones e ideales y quieren que el resto de la gente sea igual
Pero llegará el momento, en el que chocarán con alguien que les plantará cara y les dirá que no van por el buen camino, que se están engañando a sí mismas, que aunque la realidad no les guste no pueden cambiarla basándose en mentiras ni manipulaciones, que todo el mundo no puede ser ni pensar igual, que cada uno puede opinar libremente lo que quiera, sea o no de gusto para el resto de la gente.
Si todos pensáramos igual e hiciéramos lo mismo seríamos clones y considero que en esta vida una gran cualidad, es poder ser uno mismo, aunque eso signifique opinar y ser diferente de los demás, pero eso sí, con una forma de pensar racional, comprensible y sobre todo respetuosa hacia los demás, sin tener que discriminar ni criticar la opinión de otras personas porque no piensen ni crean lo mismo.
Por otra parte, al respecto opina lneteando.iespana.es sobre la prepotencia, que más de una vez en nuestra vida hemos sido víctimas de la prepotencia y si somos bien honestos tendremos que confesar que hemos sido prepotentes alguna vez. La prepotencia es como un virus, no respeta sexo, edad ni condición. Cualquiera puede serlo y, tristemente, algunos empiezan bien jóvenes, siguiendo el ejemplo de sus padres.
La prepotencia aqueja a cualquier sociedad, desde luego, pero en México, por la cultura de la transa, tiene terreno bien abonado para desarrollarse, así que la conocemos (y padecemos) de sobra.
Un prepotente es una persona que abusa o hace alarde de su poder. Este abuso o alarde nada tiene que ver con la autoestima. Tener confianza en uno mismo es bueno, pero en cuanto se rebasa la línea a la prepotencia, se echa a perder todo lo ganado. La prepotencia surge de la falsa creencia de que somos “superiores” y de que por tanto tenemos el derecho de hacer nuestra santa voluntad pasando por encima de quien sea.
Tiene varias formas de manifestarse: Somos prepotentes cuando queremos saltarnos las reglas para sobresalir, cuando cambiamos las cosas para que se acomoden a nuestras necesidades sin importarnos como afectan a los demás; como cuando nos estacionamos en doble fila o cuando movemos “influencias” para conseguir algo en perjuicio de otros (en el entendido que no sea ilegal,
La revista-digital.verdadera-seduccion.com en su análisis sobre la prepotencia nos resalta la importancia de saber cuáles son los tipos de prepotencia y sobre ellos opina:
Prepotencia exagerada
Este tipo de personas son extremadamente prepotentes con los demás. Dan un aspecto de creerse mejores que el resto y tratan a los demás como trapos sucios, suelen mirar por encima del hombro. Son las típicas personas que te hablan como despreciando. La realidad es que estas personas tienen una autoestima muy baja y actúan así porque es una forma de subirse el autoestima. Es esa frase de: “finje hasta que lo seas”, por desgracias la mayoría de la gente que aplica esa frase se queda así durante toda su vida: fingiendo. Desprecian a los demás porque eso les dice a su ego: “los tratas como seres inferiores porque tu eres superior”.
Estas personas tienen el ego como un camión y suelen ser orgullosas, por eso actúan de esta forma para proteger su ego y su orgullo. La prepotencia exagerada viene a ser posible solo cuando la misma persona es mal educada, si son educados entonces la prepotencia se convierte en prepotencia moderada.
Prepotencia Moderada
Estas personas son exactamente igual que las anteriores pero la diferencia radica en que tienen más educación. Por lo que sea han sido mejor educados. En el caso de prepotencia exagerada son personas las cuales han sido mimadas y consentidas en gran medida, ya sea por la sociedad o sus padres, aunque suelen ser más mujeres que hombres ya que las mujeres en esta sociedad tienen muchos privilegios y eso las convierte a algunas de ellas o incluso muchas, en consentidas.
Cuando alguien es educado, ha recibido una mala educación o es así por lo que sea, valora menos a las personas y se comporta de una forma egoísta y prepotente en muchos casos pero sin llegar a despreciar demasiado a los demás o por lo menos no lo hacen tan abiertamente como los de “prepotencia exagerada”.
Como he dicho la única diferencia entre uno y otro es la educación hacia los demás. Aunque también puede influir tener menos ego y orgullo que los de prepotencia exagerada.
Prepotencia Interior
Esta prepotencia es la prepotencia ideal. Son aquellas personas que tienen una sana autoestima y que se creen mejores qué los demás. Sin embargo tienen mucho respeto a las demás personas y se caracterizan por ser personas altamente educadas. Creo que esta tipo de prepotencia es la que debería tener todo el mundo, la prepotencia no tiene por que ser mala si tienes mucho respeto a las demás personas y las tratas de tú a tú, con educación.
Cada persona que habita el planeta debería tener prepotencia interior, ya que en vez de envidia mala sentirían ganas de auto-superarse, todo el mundo debería creer que es mejor que el de al lado, porque cuando alguien cree que otro es mejor que él su ego lo niega y es entonces cuando empieza a atacar a la otra persona. La prepotencia exagerada y moderada son malas aunque no suele ser gente envidiosa en exceso.
La prepotencia interior viene de una sana autoestima, respeto y educación hacia los demás y una capacidad de auto-superación imparable. Muy poca gente tiene este tipo de prepotencia y las que lo tienen están en una liga superior a la que se encuentran las demás personas, porque nunca se rinden y siempre luchan para alcanzar sus propósitos
Conclusión
Definitivamente no podemos dejarnos atrapar porm la prepotencia, más cuando esta nos puede manejar, afectar en nuestro comportamiento, conducta, interrelaciones, debemos tender más a cultivar la humildad.
**Fuentes : Páginas Web: .- larondadelvigilante.com,
.-lneteando.iespana.es
.-revista-digital.verdadera-seduccion.com
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