http://www.youtube.com/watch?v=5KSbyM1GRO8

miércoles, 15 de diciembre de 2010

TRÁFICO SEXUAL INFANTIL


Carlos Mora Vanegas
A veces en la vida hay que saber luchar no sólo sin miedo, sino también sin esperanza. Alessandro Pertini
 El entorno del turismo sexual en general (motivos del turista sexual, intereses económicos, destinos turísticos orientados al sexo, estilos de publicidad, etc...) proporciona fuertes estímulos en las personas con inclinación a explotar sexualmente a los niños en sus viajes.
Ante esta triste realidad expone Wikipedia que el turismo sexual infantil implica que turistas adultos, ya sea de procedencia nacional o extranjera, exploten sexualmente a menores de edad mediante una prestación económica o favor de alguna clase.
Las poblaciones de los países afectados, casi en su totalidad, atraviesan problemas económicos, los cuales son utilizados por el explotador para introducirlos a un circuito de explotación sexual: la oferta y demanda de sexo. Aquí, la "mercancía más valiosa" es aquella que el turista sexual demanda y por la que está dispuesto a pagar altas sumas de dinero.
Aunque la mayor parte de los turistas sexuales buscan relaciones sexuales con otros adultos, un porcentaje busca activamente a menores de edad. En numerosos países existen leyes severas contra los abusos sexuales a menores y se condenan estos actos a los ciudadanos aunque los practiquen en otro país donde no estén prohibidos.
Tailandia, Camboya, India, Brasil y México se han identificado como principales focos de explotación sexual infantil.
 Nos agrega sobre este tema  caracas.usembassy.gov/?d=6586, de que según el UNICEF, cerca de dos millones de niños son sometidos a prostitución en el comercio sexual en todo el mundo. Los pactos y protocolos internacionales exigen la penalización de la explotación de menores con fines de comercio sexual. Las leyes de los Estados Unidos, el Protocolo de Palermo y las legislaciones de países en todo el mundo prohíben el uso de niños en el comercio sexual. No puede haber excepciones ni racionalizaciones culturales o socioeconómicas que eviten el rescate de los niños de la servidumbre sexual. El tráfico sexual tiene consecuencias devastadoras para los menores, entre ellas, traumas físicos y psicológicos perdurables, enfermedades (incluso el VIH y el SIDA), drogadicción, embarazos no deseados, desnutrición, ostracismo social y, posiblemente, la muerte.
 Reporta Laura Revuelta Mateos, que en las regiones fronterizas de Tailandia, Burma y Camboya, los reclutadores compran a los niños para prostituirlos en burdeles abiertos a los turistas sexuales internacionales. No son los únicos. En Brasil, Venezuela y Colombia, los raptos de chicas en las calles hacen presagiar su futuro. Pero, comparadas con el tráfico de drogas y armas, las penas previstas para el tráfico de personas son muchas veces inferiores.
El tráfico organizado actúa como una trasnacional. Los organismos internacionales que luchan contra estos crímenes necesitan las estructuras legislativas nacionales, la armonización de las legislaciones regionales y la concienciación al respecto. Los traficantes prometen una oportunidad en el país de destino. Una vez allí, aprovechan la situación de clandestinidad de sus víctimas para ejercer el tráfico con ellas.
Se nos agrega, que los traficantes dominan el terreno, son expertos en la globalización de los vacíos legales en los países de destino. La trata de mujeres responde a la regla mercantil de oferta y demanda. Así como lo de los niños.  Los proxenetas, amparados por la ausencia de papeles de sus víctimas, cubren la oferta. Pero, ¿qué hay de la demanda? Los mismos Estados que proponen el “decomiso exprés” de los traficantes, las mismas sociedades que denuncian dichas redes, agudizan el proceso de “cosificación” de seres humanos. La solución de un problema empieza en su reconocimiento. Lejos de ofrecer remedio, la exclusión social de las víctimas del tráfico sexual recuerda todo el trabajo que queda por hacer.
Por otra parte, canalsolidario.org/noticia/el-trafico-sexual-infantil-tambien-presente-en-mexico/48, señala, que cerca de 16.000 niños de entre 8 y 17 años son víctimas de la prostitución en México. Se encuentran concentrados en los destinos turísticos de Cancún y Acapulco donde son tratados como mercancías; en las ciudades fronterizas de Tapachula (al sur del país) y Tijuana y Ciudad Juárez (al norte) se les enganchan con deudas o drogas; y en los grandes centros urbanos como el Distrito Federal o Guadalajara se ofrecen al turismo sexual por catálogo. Estos son los resultados de un minucioso estudio dirigido por Elena Azaola del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y financiado por el Fondo de las Naciones Unidas para la protección Infantil (UNICEF) titulado Niñas y Niños víctimas de explotación sexual en México.
Los niños ilegales, que en Tijuana ascienden a más de 12.000, son también carne fresca para turistas norteamericanos y redes organizadas. Los pederastas pagan a los intermediarios unos 200 dólares, de los cuales sólo 20 llegan a manos de los niños. Con el dinero los niños compran drogas (normalmente heroína) y comida. En la frontera norte se han detectado también niñas tarahumaras (uno de los 52 grupos étnicos del país) enganchadas al tolueno y practicantes de la prostitución.
Otra estrategia de las mafias es reclutar infantes en las zonas más pobres del país (Guerreo, Oaxaca y Chiapas) para elaborar videos pornográficos; los padres dejan ir a sus hijos bajo la promesa de los proxenetas pata darles una educación adecuada y enviarles dinero mensualmente. En la ciudad de Guadalajara, se reportaron casos de madres que ofrecen a sus hijas de 12 años al mejor postor. Pero los sitios más usuales para la explotación sexual de las menores son los bares y centros nocturnos donde comienzan como bailarinas y camareras en todas las ciudades mencionadas. Una de las entrevistadas en Cancún, el mayor destino turístico de México, relata: “una señora recluta niñas de 13 años; las enseña a bailar y a desnudarse. Al principio les pone un antifaz para que no les dé pena. Primero las mete de meseras y luego de bailarinas, lo demás viene solo
Por último noticias.com., ante esta realidad expone, que el número de niñas y mujeres jóvenes obligadas a prostituirse supera el millón; "comprar" una esclava en África cuesta unos 630 dólares; un "servicio" sexual se puede obtener en algunos países por cuatro dólares; y la explotación de esclavas sexuales genera más de 35.000 millones de dólares anuales. Se dice que es el negocio más rentable del mundo, y tras él se acumulan torturas, secuestros o violaciones.
Por último, comenta taringa.net/posts/info, que en una conferencia que sobre el turismo sexual -término acuñado por las ONG en 1980 para denunciar este fenómeno en el sudeste asiático- pronunció en FITUR el director de Turismo de la Comisión Europea, Pedro Ortún, se afirmaba que los procesos judiciales abiertos en la Unión Europea contra ciudadanos que han practicado turismo sexual con menores no supera actualmente la veintena. Es más, añadió, que “la última encuesta del eurobarómetro sobre este asunto reveló que apenas un 4 por ciento de los europeos interrogados reconoció haberse enfrentado (visto u oído) al problema del turismo sexual con menores
Pero estas cifras nada tienen que ver con las ofrecidas por la Organización Mundial del Turismo durante el I Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de la Infancia, celebrado en Estocolmo, que señalaban, hace ya cuatro años, que de los países occidentales partían al año una media de 3.552.000 turistas sexuales en busca de menores prostituidos, y que esa cantidad representaba un 3 por ciento del total de los que emprendían viaje exclusivamente para mantener relaciones sexuales. Hoy la OMT dice que esa cifra ha crecido.

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