Carlos Mora Vanegas
La vida no es para comprenderla, sino para vivirla. Los principios asustan, los finales son tristes, lo de en medio es lo que cuenta. Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír. La esperanza es esa cosa con plumas que se posa en el alma y canta sin parar. gebirg.com
La vida siempre presenta hechos, acontecimientos muy distintos en cada persona, todo ello de acuerdo a la programación que uno trae al aparecer en esta dimensión, por tanto no nos debe sorprender que algunos seres no tienen hermanos del mismo padre y madre, es decir son hijo único, sin embargo por esas cosas de la vida, se tienen hermanos (as) que pueden ser de la madre con otra pareja o del padre y pueden ser varios.
Lo importante es tener la oportunidad mientras permanecemos en esta dimensión, de conocerse, acercarse, respetarse, ayudarse, compartir, y sobre todo mantener una comunicación constante a fin de que el calor fraternal se sienta, se disfrute, no importando en donde se encuentren.
El hecho de haber surgido de padres distintos, no debe ser jamás un impedimento de acercamiento, más cuando hay lazos de sangre , compromisos espirituales que se traen y que demandan ser reconocidos, trabajados en esta dimensión, con el reconocimiento, voluntad ,interés de acercarse, ayudarse mientras permanecemos en esta dimensión.
Debemos sentirnos felices de a pesar de haber nacidos de padres distintos, pero reconocernos como hermanos, es una bendición que Dios nos otorga y en donde hay un compromiso de grupo en donde la lealtad, ayuda, respeto, autoestima, saber compartir, dar afecto, deben como valores, estar presente y que se sientan, sobre todo, en aquellos que sus genitores son productos de otras uniones,
Téngase presente como nos los aporta belgrano.esc.edu.ar la palabra “hermano”, ya nos hace a todos más cercanos, sentimos que estamos unidos. Nos introduce en la experiencia de familia y con una identidad común. En nuestro caso, nos vamos a referir a una realidad que supera al hecho de tener el mismo apellido. Lo nuestro es fruto de un llamado especial de Jesús, que es el hermano de todos. Cuando nos sentimos hermanos de este modo, percibimos que tenemos los mismos sentimientos, que compartimos un ideal. Esto lo podemos vivir si experimentamos el don de la compasión y del amor de Dios, que superan a la empatía o a la amistad.
Hay que saber aprovechar la oportunidad que muchas veces la vida presenta mientras transitamos en esta dimensión y más, cuando hay la posibilidad de que aparezcan los hermanos que nuestros padres como señalamos dieron vida con otra pareja, porque ello representa la gran oportunidad de crecer como personas y colaborar con los padres con respecto a ese acto en donde surgieron los hermanos, es cuando sin egoísmo, rencores, sino con afecto, amor, simpatía deben acercarse, como dijimos, respetarse, ayudarse, apoyarse cuando lo requieran como miembros de una sola familia, y sobre todo, cuando hay la posibilidad de hacerlo sin sentirse afectado en sus ingresos, prestarle la atención requerida, especialmente en momentos críticos, que se sientan resguardados, que confíen en que cuentan con hermanos siempre listo en apoyarlos.
En fin, considérese lo que nos aporta Jorge Botella, que desde luego, la relación fraterna en los casos normales se construye fundamentalmente en la convivencia, salvo los casos en que por la diferencia de edad se hubiera participado en la fase afectiva de la crianza del hermano menor y si son todos de la misma familia . Salvando esa particularidad, que no puede ser considerada común por darse en un reducido número de familias, se debe considerar que el afecto fraternal se vincula a la convivencia común de los hermanos en la familia, lo que conlleva haber tenido que afrontar juntos las dificultades particulares de cada hogar, cuyo influjo fácilmente se refleja en rasgos comunes de la personalidad de los hermanos que genera un rastro solidario, haber desarrollado sus propios valores, virtudes que la vida le demandará en su crecimiento personal y ponerlos en práctica.
No obstante, en el caso de que los hermanos se han desarrollado en familias distintas, estos deben apoyarse en los valores que han cultivado y expresarlos cuando se tiene la oportunidad de encontrarse, de intercambiar opiniones y de aceptarse como tales . Definitivamente, no descuidar la oportunidad que se presenta y por que no adentrarse alguna vez el porqué de todo ellos y que representan los hermanos en sí, que nos aportan en pro de nuestro crecimiento.
Debemos mantener una actitud amable siempre con nuestros hermanos. Incluso cuando haya diferentes opiniones, debemos seguir siendo amables. Debemos estar llenos de amor cuando le digamos a nuestro hermano que nos perdone por no haber prestado toda la atención necesaria cuando requería de ayuda, de acercarnos, de compartir.
Debemos decirle a nuestros hermanos que siempre los tenemos presente, que le deseamos lo mejor de lo mejor, que a pesar de no haber convivido nunca, acercarnos, ni aun abrazarnos conocernos físicamente, solo a través de fotos, siempre lo tenemos en nuestro corazón y le recordamos que nunca vacilen en demandarnos la ayuda requerida en todo momento difícil que se afronte.
Debemos mostrarle a nuestro hermano que no estamos haciendo algo por interés personal, sino porque Dios lo ha dicho. Debemos mantener la debida actitud, y debemos estar llenos de humildad
Debemos como alguien expresa, tener una sola actitud para con nuestros hermanos y hermanas, una actitud de amor. Debemos ganárnoslos y buscar el mayor beneficio para ellos. No debemos tener ningún rencor, solamente amor. Practicar esto es un verdadero ejercicio. Un día todo nuestro ser permanecerá en amor, y el amor permanecerá en nosotros. Entonces nuestras vidas en la tierra estarán libres de todo temor. Y cuando estemos delante del tribunal de Dios, no tendremos temor de nada. .
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