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lunes, 1 de agosto de 2011

COMPETENCIAS DEL DOCENTE MODERNO

Carlos Mora Vanegas
La enseñanza no es un arte perdido, sino la consideración de una tradición perdida.
Jacques Barzun
El profesor mediocre dice. El profesor bueno explica. El profesor superior demuestra. El profesor excelente inspira. William A. Ward
Las universidades nacionales tanto para pre y postgrado requieren definir, cuáles deben ser las competencias modernas que se requiere para garantizar un facilitador que se identifique plenamente con el compromiso, responsabilidad de desempeñar sus funciones de acuerdo a los requerimientos que el escenario nacional e internacional demanda en el presente.
Es muy válido cuando se señala que para mejorar la calidad de la educación es necesario producir significativas transformaciones en el sistema educativo, profesionalizar la acción de las instituciones educativas y la función del docente, este último debe estar avalado de competencia que conlleven a capacitar, formar profesionales que actualmente se requieren de acuerdo a las características de los escenarios del presente.
Sin duda alguna, tal como lo comenta  www. oei.es, tómese en cuenta  que el docente es el actor principal en el proceso de mejoramiento de la calidad educativa pues es el nexo en los procesos de aprendizaje de los alumnos y las modificaciones en la organización institucional. Las reformas educativas se traducen en las escuelas y llegan al aula por medio del docente.
En el ejercicio del rol profesional, intervienen factores concomitantes tales como el contexto socio económico, el compromiso de la comunidad, la autonomía en la toma de decisiones, la preparación científica y pedagógica y el entrenamiento en los mismos procesos de aprendizaje que pondrá en práctica, centrada en la reflexión y la investigación sobre su ejercicio profesional.
En la profesionalización inciden la formación inicial, la capacitación, las condiciones de trabajo, esto es la continuidad laboral, acceder a una carrera profesional acorde con los logros pedagógicos de los proyectos educativos del establecimiento, las remuneraciones, la infraestructura escolar y el equipamiento didáctico.
Es importante que la sociedad cuente con maestros y profesores eficaces y eficientes para poner en práctica distintos y adecuados recursos y en las ocasiones oportunas, con el fin de acceder a mejores logros educativos. Aquí, no hay que confundir “modernidad” con mera introducción de cambios y “transformación” con el empleo de un lenguaje que sólo modifica terminologías para significar lo mismo, sin aportar beneficios de conocimientos ni de aplicación.
Es muy cierto además,  el comentario, de que el educador debe poseer un saber prudencial y cualidades humanas naturales y adquiridas, cuya posesión y ejercicio le hacen lograr aquellos bienes que son propios de su práctica y cuya carencia le impide dicho logro. Estas cualidades pertenecen al campo de las virtudes, constituyen las dimensiones concretas de la virtud ética en el arte pedagógico: justicia, templanza, fortaleza, paciencia, amor a la verdad, confianza, autoridad, respeto.
No se puede ignorar, que los actuales escenarios económicos, comerciales por ejemplo, afrontan grandes retos , propios de las sociedades modernas como los cambios notables en el mercado laboral y su fuerza productiva,  aunado como algunos destacan, a los efectos de la globalización de la economía,  además del acelerado proceso de desarrollo tecnológico, como  el cada vez más ágil acceso a la información, y también al contraste de la búsqueda de un desarrollo económico y social sostenible con el adecuado manejo del entorno y medio ambiente,  lo que hace  imperativo conocer a que retos se ve constantemente sometido en pleno siglo XXI el estudiante universitario en su formación académica que le permita desenvolverse exitosamente, así, como el docente comprometido en su formación, quién debe contar con los conocimientos modernos, actualizados que se derivan de esta realidad , de tal forma como se comenta pueda guiarlos a través de este  proceso de construcción y formación de estructuras de conocimiento idóneas, que le permitan desarrollarse de manera exitosa, ser un ciudadano solidario y justo, respetuoso y responsable, amigo de su entorno, auténtico, digno y trabajador.
Definitivamente, la realidad del presente, sobre todo las que nos concierne, el caso venezolano que presenta un escenario nacional de incertidumbre, riesgos, amenazas, inestabilidad política, social, económica, conlleva  a que el docente universitario, nuestro caso,  requiera de un nuevo perfil, en donde sus competencias puedan afrontarlo y dar paso a que su gestión educativa garantice la formación de profesionales que se demanda y poder  salir avante de  ante esta  situación preocupante que se afronta.
No se puede negar que en  la realidad del presente, tal como lo manifiesta oei.es es un hecho cierto,   que hay un serio  desafío de transformar al profesor en un profesional y modificar sustancialmente las formas de impartir enseñanza se presenta como una imperiosa necesidad. Profesionalización y protagonismo de los educadores implica nuevas exigencias en los procesos de reclutamiento, formación y capacitación de los docentes. En otros términos es necesarios redefinir el perfil del docente moderno con nuevas competencias ; además como se señala, para la profesionalización del perfil de los docentes hay que tener en cuenta requisitos vinculados con aspectos académicos y las condiciones de trabajo.
Nos aporta sobre las competencias del docente moderno Andrés Robalino, que se tome en cuenta que el docente conozca los lineamientos de los Paradigmas Educativos, tal sea el Conductista que nos habla del aprendizaje como un cambio observable en el comportamiento y este como un instrumento de modelamiento de conductas que puede ser útil, siendo relevante también que el maestro conozca cuando esta concepción del alumno como sujeto pasivo de aprendizaje es limitada y las dimensiones del Paradigma cognitivo como atención, percepción, memoria, inteligencia, lenguaje y pensamiento son llamadas a definir al proceso de aprendizaje como activo y al sujeto que aprende como capaz de aprender a aprender y a pensar.
Nos agrega Robalino, que además de la base de conocimientos, muy importante, se espera del educador moderno mucha creatividad para adaptarse a las realidades cambiantes y gran capacidad de organizar y aplicar estos conocimientos.
Así, se debe buscar  educadores más cercanos a los procesos de aprendizaje que a los contenidos con énfasis en el desarrollo de habilidades y crecimiento personal.
En su perfil, las destrezas tecnológicas serán muy importantes, más allá del conocimiento de computación, deberá ser competente a la hora de utilizar estas herramientas en los procesos de interacción entre el alumno y maestro.
Destaca además Robalino, que los docentes  más que ser capacitados en su formación profesional de enseñar, deberán ser competentes a la hora de hacerlo, para ello se esperará actitud innovadora y flexible, convencida del rol que desempeña en la formación del sujeto, capaz de generar cambios constructivos, de motivar el interés, la autonomía a la cooperación.
Desde luego, se debe considerar que  en su labor docente a través de una actitud profesional el maestro moderno  competente buscará afianzar los aprendizajes fundamentales en su alumno, los cuatro pilares del conocimiento: aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir y colaborar con los demás formando así aprendices activos los cuales sean capaces de reflexionar y construir su conocimiento.
Por supuesto, el docente moderno, deberá saber interrelacionarse, don de gente,  tener una autoestima alta, asertividad, capacidad motivacional, liderazgo, estratega, visionario, compromiso, responsabilidad, ser un  facilitador que de paso siempre a nuevos paradigmas educativos de acuerdo a los requerimientos del escenario en donde trabaja.
 *Docente universitario de postgrado de Area de faces, Universidad de Carabobo. Exatec.
Fuentes debidamente señaladas

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