Se presentan diferentes temas de interés sobre aspectos gerenciales, educacionales, tecnológicos, culturales,económicos entre otros...
martes, 1 de marzo de 2011
PARADIGMA ADMINISTRATIVO
Carlos Mora Vanegas
Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla. Paulo Coelho
Las características de los actuales escenarios económicos en donde se generan muchas actividades comerciales, gracias a la participación de las empresas que ofrecen sus productos, servicios, propiciando cada día un a dinámica competitividad, ha conllevado a nuevos paradigmas administrativos, en donde la gerencia del sector empresarial venezolano no puede ignorarla si realmente quiere garantizar a las empresas una participación que les beneficie.
La industria venezolana afronta actualmente serios desafíos en pro de su operatividad, supervivencia y participación de magnitud equivalente al que enfrentaron los pioneros del desarrollo industrial hace varias décadas, aunado a otros factores que no se había enfrentado como la incidencia de la actuación de un Estado que se reconoce Socialista, además de los efectos de la Globalización con sus nuevas aperturas, la crisis económica, financiera mundial.
Estamos en medio de una transición tecnológica y gerencial mundial que supone un salto cuántico en productividad y calidad. No se trata de avances tecnológicos en los productos o los procesos de una u otra industria, esos siempre los ha habido, Se trata del desarrollo de un conjunto de poderosas tecnologías genéricas, de aplicabilidad universal, capaces de transformar todas las industrias y todos los productos y de modificar profundamente las formas óptimas de organización de la empresa y las condiciones de competencia en los mercados. Ya no es posible sobrevivir, ni como empresa, ni como país, con los tradicionales niveles de productividad y calidad. Sea cual fuere la capacidad de la diligencia política para adecuarse al nuevo contexto mundial, la sobrevivencia y la prosperidad de las empresas depende de la capacidad de sus líderes para asumir el reto de su propia modernización. Eso exige comprender profundamente las características del cambio tecnológico y gerencial y la naturaleza de la globalización en los mercados. Sólo así se podrán distinguir los peligros de las oportunidades y sólo con esa comprensión se podrán diseñar estrategias exitosas para aprender a crecer y prosperar en ese nuevo contexto.
Además de la velocidad, cambia también el rumbo del cambio tecnológico. Se ha conformado un nuevo paradigma que orienta el "sentido común" de ingenieros, gerentes y empresarios, tanto para imaginar nuevos productos o procesos como para decidir sobre la trayectoria que habrán de seguir las innovaciones en las tecnologías existentes.
Bajo el anterior paradigma de producción en masa, convertido en patrón tecnológico universal después de la II Guerra Mundial, se trataba de lograr la máxima homogeneidad y el mínimo de cambios. Integrantes de la cátedra de Problemática de la Administración Venezolana de la escuela de Administración de Faces, UC, recuerdan al respecto, que se era dispendioso con las materias primas y la energía y ahorrativo con el uso de mano de obra. Se perseguían escalas cada vez mayores de producción, y en la mayoría de los casos, los productos también tendían a ser cada vez más grandes. Los nuevos criterios para el desarrollo de productos y procesos cambiaron. Por una parte, se favorece maximizar ciertas características: Una mayor flexibilidad y adaptabilidad para poder responder a los cambios del mercado; creciente modularidad a nivel de productos, para permitir combinaciones variadas (el ejemplo típico son las computadoras) y, a nivel de procesos, para facilitar el crecimiento sin capacidad ociosa; aumento constante de la precisión para cumplir con especificaciones estrictas sin desperdicio; una mayor validez de las decisiones, incorporando más y mejor información a los procesos decisorios a todos los niveles, y por ultimo, lo que es central al nuevo paradigma, maximizar la satisfacción del cliente con creciente calidad, oportunidad en la entrega, servicios adecuados y mejoras que responden a sus requerimientos. Por otra parte, el cambio debe orientarse a minimizar otro conjunto de características: Reducir o eliminar los desperdicios de cualquier tipo (materiales, energía, efluentes reciclables, rechazos, tiempo, etc.); acortar los tiempos de respuesta, persiguiendo el ideal del sistema "justo a tiempo" o sea la fabricación "halada" por la demanda; reducir las fallas, eliminando sus posibles causas de modo proactivo; rediseñar los procesos para minimizar el tiempo no productivo (transporte interno, actividades que no agregan valor, etc.), y evitar a toda costa la inversión ociosa, ya sea en equipamiento excesivo, en inventos o en cualquier otro rubro. Es ciertamente una profunda reorientación del patrón tecnológico destinado a transformar radicalmente el tejido productivo local y mundial y el sentido común de todos los participantes. Cuando se decide competir en el segmento más estandarizado, la empresa tiene que prepararse para garantizar volumen, cumplir con las especificaciones básicas y enfrentar una fuerte competencia en precios. Eso significa profundo y creciente dominio de la tecnología del proceso de producción. En el extremo de "nichos", donde la adaptación a los requerimientos del cliente es lo central, importa mucho más la calidad y el servicio que el precio. Allí, el conocimiento de la tecnología del producto y la capacidad para modificarlo y mejorarlo para su adaptación a requerimientos especializados es la clave de la capacidad competitiva.
El presente, ha dado paso a nuevos paradigmas, en donde la gerencia debe evaluar su estilo de liderazgo, determinar cuál debe ser la arquitectura de su empresa, su sistemas funcionales, sus objetivos, metas, tecnologías a usar y las herramientas administrativas favorables que permitan manejar adecuadamente todos los recursos de la empresa de acuerdo a las exigencias de los actuales escenarios.
La alta dirección de hoy en día, tiene que reeducarse en el nuevo paradigma imperante y el que pueda surgir del comportamiento de los escenarios.
Considérese, que los paradigmas experimentan cambio en las organizaciones, los cuales son favorables para ellas, ya que le permite incursionar en el mundo de los negocios basándose en los atributos obtenidos por estos modelos como son calidad total, productividad, excelencia, mejoras continuas, gerencia del conocimiento, etc.
También se debe tomar en cuenta los nuevos modelos paradigmáticos como son la Reingeniería, entrega Justo a Tiempo, Benchmarking, Empowerment, Outsourcing, Coaching, Topgrading. Estos modelos permiten un cambio acelerado en las principales variables de la organización, tanto de su entorno, como de su cultura, proceso y estructura, ya que mediante la adopción de nuevo paradigma los administradores acrecientan el buen funcionamiento organizacional, haciendo a las empresas más competitivas.
Se recomienda incentivar a los miembros de la organización a adaptarse a estos cambios por medio de cursos, charlas e involucrándolos dentro de procesos de cambio que experimenta la organización, para que ellos se sientan identificados y acepten con toda naturalidad los cambios de su organización.
Es indudable que estos cambios paradigmáticos han ocasionado en el Gerente venezolano una modificación en su conducta, en su manera de pensar, lo que ha traído como consecuencia que esta estructura se ha removido hasta sus bases más profundas, de lo contrario su rol no garantizará éxito a la organización, participación activa tanto en el escenario nacional, como en el internacional.
No hay que olvidar, que a través de la historia de la humanidad, la filosofía y la epistemología han sido los pilares del desarrollo de las personas y cuando un paradigma nuevo, como dice Joel Barker, sustituye a otro se tiene que empezar de nuevo.
El mismo Joel Barker afirma que el paradigma del siglo XX, no fue la productividad, ni la producción masiva, ni la división del trabajo, sino la calidad, lo que se ha dado en llamar la tercera etapa de la revolución industrial. Se afirma que la cuarta etapa de la revolución industrial para el siglo XXI esta cifrada en el sistema de conocimiento profundo, que es el último legado del padre de la tercera etapa y con el también de la cuarta; W. Edwards Deming (1900-1993).
Hacia 1980, la administración del grupo Bekaert se convenció que la calidad sería una necesidad estratégica para ellos. Desde entonces, se ha dedicado a un programa de diez años para acondicionar la mentalidad de la compañía, a eso que en 1980 se llamaba "concepto juran" (mejoramiento de la calidad).
Hoy la gerencia empresarial debe estar atenta a los cambios, a los retos que ellos generan, especialmente ante la incertidumbre y riesgo que se manifiesta por un Estado que se declara Socialista y que está propiciando transformaciones a los que no estaban preparadas las empresas, dando paso a un nuevo paradigma que debe ser enfrentado con éxito a fin de garantizar la su pervivencia del sector empresarial.
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