Carlos Mora Vanegas
"Todo lo que se hace se puede medir, sólo si se mide se puede controlar, sólo si se controla se puede dirigir y sólo si se dirige se puede mejorar" Dr. Pedro Mendoza
Introducción
El tiempo presente, exige que se le preste la debida atención a lo que involucra la gestión del conocimiento y más, en un tópico que nos interesa tomar muy en cuenta, ante una realidad venezolana que es crítica, que no se puede ignorar como el concerniente a la realidad improductiva de su sector empresarial.
De aquí, lo importante de adentrarse en el tema y dar a conocer aspectos relevantes que deben ser tomados en cuenta a la hora de adentrarse en él.
Consideraciones, generalidades para ser tomadas en cuenta.
La gestión del conocimiento (GC) es la gestión del capital intelectual en una organización, con la finalidad de añadir valor a los productos y servicios que ofrece la organización en el mercado y de diferenciarlos competitivamente.
Las cátedras de Comportamiento Organizacional y Tópicos gerenciales modernos del programa de Postgrado de Gerencia de la Calidad y Productividad en el análisis de este tópico a través de talleres, foros que se organizan, expone que hay dos factores que han facilitado la aparición del concepto de gestión del conocimiento. Por un lado, el desarrollo tecnológico, que facilita enormemente la gestión del capital intelectual y la hace factible desde un punto de vista financiero. Por otro, la creciente concienciación por parte del mundo empresarial (e incluso por parte de las naciones económicamente más desarrolladas) de que el conocimiento es un recurso clave en aquellas sociedades y organizaciones en las que la información es abundante –en gran medida, gracias a Internet. En economía el término ventaja competitiva se usa para referirse al valor añadido que una empresa es capaz de crear para sus clientes. Para lograr ventaja competitiva, Porter (1987) propone varias estrategias complementarias, entre las que destacan: (1) el liderazgo en costes –mantener los costes de producción más bajos que los de sus competidores y lograr simultáneamente un elevado volumen de ventas–, (2) la diferenciación –ofrecer un producto o un servicio que sea percibido como diferente en el mercado– y (3) la focalización –concentrarse en un grupo específico de clientes, en un segmento de la línea productiva o en un mercado geográfico concreto.
Por su parte, Grant (1991) y Schoemaker (1992) proponen el uso adecuado de la información y, en especial, del conocimiento como la principal fuente de diferenciación en un mercado cada vez más competitivo y global. Para estos autores, dentro de los recursos que cada organización posee cabría distinguir entre los recursos tangibles –capital, mano de obra y tierra– y los recursos intangibles o capacidades –mezcla de habilidades y conocimientos que la organización posee. De hecho, algunos investigadores sugieren que la principal ventaja organizativa proviene de la creación, obtención, almacenamiento y difusión del conocimiento (Nahapiet y Ghoshal, 1998).
Precisamente son estos recursos intangibles los que explican la diferencia, en algunos casos notable, entre el valor de cotización de la empresa en el mercado y su valor contable. En el valor de mercado se consideran no sólo los recursos tangibles de la empresa, sino también los recursos intangibles –recursos que, la mayor parte de las veces, no quedan registrados en el valor contable de la empresa–, principalmente el capital intelectual. Prescindiendo del componente especulativo, existe consenso en considerar la importancia de dichos componentes intangibles, los cuales permitirían la obtención de ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. En este sentido, intangibles tales como la calificación de los empleados de una empresa estarán directamente relacionados con el valor de mercado de la misma –el valor reflejado en su cotización bursátil.
Precisamente son estos recursos intangibles los que explican la diferencia, en algunos casos notable, entre el valor de cotización de la empresa en el mercado y su valor contable. En el valor de mercado se consideran no sólo los recursos tangibles de la empresa, sino también los recursos intangibles –recursos que, la mayor parte de las veces, no quedan registrados en el valor contable de la empresa–, principalmente el capital intelectual. Prescindiendo del componente especulativo, existe consenso en considerar la importancia de dichos componentes intangibles, los cuales permitirían la obtención de ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. En este sentido, intangibles tales como la calificación de los empleados de una empresa estarán directamente relacionados con el valor de mercado de la misma –el valor reflejado en su cotización bursátil.
Tal y como apuntan algunos especialistas (Drucker, 1993; Black y Synan, 1997), las organizaciones del futuro sólo podrán adquirir y mantener ventajas competitivas mediante el uso adecuado de la información y, sobre todo, del conocimiento. El tipo de conocimiento que puede aportar ventajas competitivas a una organización abarca un rango muy amplio que incluye desde aquel que se puede patentar hasta el conocimiento sobre las necesidades de los clientes, pasando por el conocimiento que permite mejorar el servicio de atención posventa u optimizar los procesos de producción.
Por tanto se puede decir, que si una organización desea ser competitiva de forma sostenida en el tiempo, ésta deberá identificar, crear, almacenar, transmitir y utilizar de forma eficiente el conocimiento individual y colectivo de sus trabajadores con el fin de resolver problemas, mejorar procesos o servicios y, sobre todo, aprovechar nuevas oportunidades de negocio. Se ha iniciado el nuevo Milenio, el que demanda una nueva revolución del Conocimiento, en donde la apertura de las fronteras, la voracidad de la conquista de nuevos mercados, de buscar el incremento de capitales donde sea posible a través del ofrecimiento de productos, servicios de alta calidad, eficientes, excelentes, y en donde la gerencia no puede descuidar esta realidad, así como tampoco las Universidades, encargadas de capacitar a los licenciados en administración, a los actores que hacen que la empresa ofrezca lo mejor de lo mejor.
Por tanto se puede decir, que si una organización desea ser competitiva de forma sostenida en el tiempo, ésta deberá identificar, crear, almacenar, transmitir y utilizar de forma eficiente el conocimiento individual y colectivo de sus trabajadores con el fin de resolver problemas, mejorar procesos o servicios y, sobre todo, aprovechar nuevas oportunidades de negocio. Se ha iniciado el nuevo Milenio, el que demanda una nueva revolución del Conocimiento, en donde la apertura de las fronteras, la voracidad de la conquista de nuevos mercados, de buscar el incremento de capitales donde sea posible a través del ofrecimiento de productos, servicios de alta calidad, eficientes, excelentes, y en donde la gerencia no puede descuidar esta realidad, así como tampoco las Universidades, encargadas de capacitar a los licenciados en administración, a los actores que hacen que la empresa ofrezca lo mejor de lo mejor.
Lo cierto, que la gerencia moderna para ser altamente competitiva debe repensar y replantear cuál debe ser la misión de la empresa, cuál su responsabilidad social, cuál debe ser el rol de la cultura organizacional que los miembros que la componen deben dominar y desarrollar. Tener claro que cuando se refiere a organizaciones del conocimiento, no solamente se piense en las empresas- que son casos especiales y restringidos de las organizaciones sociales-, sino, en sociedades del conocimiento de acuerdo a las exigencias de los actuales escenarios.
Por último se sugiere considerar en el análisis, que el presente es un tiempo de gran agitación empresarial, en donde las instituciones antiguas y formales se encuentran repentinamente con que tienen que volverse muy flexible, es decir, que ellas deben adaptarse a los cambios, y justamente en este aquí y ahora estos se manifiestan constantemente, obligando a la gerencia a que los tome en cuenta, , los interprete y establezca las estrategias, acciones que son necesarias para adaptarse a sus demanda, entre ellos está el nuevo conocimiento que la ciencia administrativa ofrece para salir adelante.
Conclusión
Las organizaciones del conocimiento, plantean soluciones frente : a la variedad, es decir, unificación; al cambio, capacidad de aprendizaje y a la necesidad de conseguir mayor calidad, lograr un buen trabajo en equipo.
Una buena gerencia apoyada de conocimientos modernos de la administración y de todo aquello que le permita interpretar el escenario en donde se desenvuelve, puede por ejemplo, saber como utilizar el cambio y cómo enfrentarlo, para ello la Administración nos lega aspecto tales como : Establecer símbolos del cambio cuál es el alcance del cambio; sus beneficios, amenazas , debilidades y fortalezas; saber involucrar a las personas en el cambio, dar capacitación sobre nuevos valores y comportamientos; reconocer y recompensar a las personas; formar equipo para el manejo de la transición; obtener ayuda de una persona fuera de la organización.
** Anotaciones de las cátedras de Comportamiento organizacional y Tópicos gerenciales modernos del Programa de postgrado de la especialidad de gerencia de la Calidad y productividad de Faces, UC
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